*En Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario, Skandar Keynes hizo el papel de Edmund Pevensie, el tercero de los hermanos Pevensie y el primero que vio a la Bruja Blanca. Junto con el resto de sus hermanos cinematográficos y el director Andrew Adamson, Keynes vuelve a actuar en El Príncipe Caspian, la segunda entrega de la serie Las Crónicas de Narnia.
*¿Qué se siente al volver por segunda vez a Narnia?
SK: Me ha encantado rodar otra vez con todos. En la primera película estaba nervioso; tenía doce años y no conocía a nadie. Pero para cuando la película El Príncipe Caspian esté acabada, tendré ya dieciséis años y para mí ha sido como volver a reunirme con la familia; ya nos conocemos todos. También me hizo mucha ilusión tener la oportunidad de rodar en lugares tan bonitos como la República Checa o Nueva Zelanda.
*Desde que hicísteis El león, la bruja y el armario, tanto el resto de los hermanos Pevensie como tú habéis crecido mucho. ¿Te ha suspuesto esto alguna diferencia en lo que se refiere a tu experiencia en el rodaje?
SK: Sí, creo que todos hemos madurado mucho desde El león, la bruja y el armario, así que ya no somos tan tontos ni jugamos tanto como antes ni tampoco hacemos tanto el payaso. Ha sido muy guay porque los directores y otros miembros del reparto también me han tratado de forma diferente, más como un adulto. Pero eso también significa que ha habido mucha más presión que la última vez.
*Si lo comparas con El león, la bruja y el armario, ¿te preparaste para el papel de El Príncipe Caspian de manera diferente?
SK: Estoy más involucrado en las escenas de acción en esta película y hay muchas más escenas de este tipo. En general diría que El Príncipe Caspian es una película mucho más oscura que la anterior porque muchos de los personajes de esta película son malísimos. Hay una escena muy buena que en la que hay un asalto a un castillo y tuve que luchar mucho con una espada para rodarla, incluso montado a caballo, y tuve que romper una puerta y saltar y rodar por el suelo. Se rodó casi toda de noche y había un ambiente muy bueno en el plató.
*En la última película por lo visto el departamento de vestuario tuvo problemas para seguir el ritmo al que crecías, ¿supuso algún problema esta vez?
SK: Crecí quince centímetros en seis meses durante El león, la bruja y el armario, así que les resultó a todos un poco difícil. Para El Príncipe Caspian el departamento de vestuario contaba con un programa de ordenador especial que podía determinar mi ritmo de crecimiento y les ayudó a diseñar mis trajes de manera que aún me sirvieran incluso si seguía creciendo.
*Tú aún vas al colegio, ¿Significa eso que tienes muchos deberes durante el rodaje de la película?
SK: Sí, tenía clases tres horas al día durante el rodaje y acabo de hacer los exámenes. Ahora voy a volver a mi colegio de siempre y continuaré estudiando allí hasta que vuelva a hacer la tercera película de Narnia.
*¿Qué haces en tu tiempo libre cuando no estás rodando?
SK: Mientras estábamos en Nueva Zelanda hice puenting varias veces. Salté de “The Nevis”, que es el tercer punto más alto del mundo para hacer puenting, y también hice el Salto Gigante dentro del Cañón del Río Shotover, que es el salto más grande del mundo. También salté desde la Torre Sky, que es el edificio más alto en el Hemisferio Sur, y salté de un avión reactor, y fue todo alucinante. Todos los productores se ponían un poco nerviosos cada vez que hacía uno de esos saltos pero a mí me encanta todo eso. Cuando es posible también intento hacer yo mismo las escenas de acción del rodaje. Tengo una camiseta que pone: “Yo hago todas mis escenas de acción”, aunque hay unas escenas que no me dejan hacer porque son a mucha altura. Creo que es cuando bajo deslizándome por el tejado del castillo; el resto las he hecho yo todas.
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